A partir del 6 de noviembre de 1994 el estadio recupera su nombre original de Estadio de Mestalla tras una carta enviada por el propio expresidente Luis Casanova Giner solicitando dicho cambio. Un rombo que representa al primer equipo femenino de la historia que jugó un partido de fútbol en el Spotify Camp Nou, haciendo honor al espíritu pionero del Barça, siendo siempre líder tanto en la parte deportiva, con una exitosa historia, así como por la vertiente más social.